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Verse bien para sentirse mejor

A veces, no somos conscientes de lo que nuestra imagen representa hasta que no vivimos un cambio en nuestras vidas.

blog-mipeluca-versebienTodos conocemos el efecto cuando el espejo nos devuelve una imagen con la que nos sentimos en paz y confort, cuando nos reconocemos en la mejor versión de nosotros mismos.

No nos vestimos siempre de la misma forma. Nuestro estado de ánimo tiene parte de responsabilidad en la operación diaria del bien conocido “¿qué me pongo?”. Eso nos pasa a todos, pacientes y no pacientes. ¿Pensar en la estética o en la moda para una persona es frívolo?. Estamos convencidos de que no, porque sentirse bien consigo mismo es parte del proceso de aceptación de cualquier cambio físico, y esencial para seguir adelante de forma positiva.

Antes de nada, me debo aceptar como soy y en segundo plano, estar abierto a cambiar, siempre dispuesto a mejorar y no a conformarme. La imagen que proyectamos resulta del equilibrio entre lo que somos y lo que nos sentimos ser. De aquí la importancia de verse bien para sentirse bien y estar convencido de ello.

El espejo que son los demás

Además de ser seres sociales y necesitar la mirada del otro, la valoración es clave en nuestra autoestima; tanto que hay psicólogos y sociólogos que dicen que no podríamos vivir sin el feedback de los demás, y mucho más cuando se trata de nuestra imagen.

Cuando hablamos de mejorar la imagen, muchas veces se suele asociar a vanidad y a algo puramente superficial. Sin embargo, se ha comprobado mediante estudios que el sentirse cómodos con nuestra imagen genera un impacto positivo en el ámbito personal y social. Así, el estar cómodo consigo mismo, permite una mejor relación con los demás.

A veces, no somos conscientes de lo que nuestra imagen representa hasta que no vivimos un cambio en nuestras vidas. En Mi Peluca llevamos años atendiendo a clientes que están pasando por un proceso oncológico, y son muchos los que nos cuentan que no daban importancia a su cabello hasta que no se les empezó a caer. Por eso en estos casos es todavía más evidente lo delicado de cuidar al detalle la mirada que te devuelve el espejo. Y es que al drama mismo de la enfermedad y lo desesperante de la incertidumbre se une el descoloque de la propia imagen, de la percepción de uno mismo. Y es justo en esos momentos cuando la autoimagen ayuda más que nunca.

Por eso, hoy desde aquí rompemos una lanza en favor de la no superficialidad de cuidarse. Porque somos alma, espíritu y personalidad, pero también, nos guste o no, materia: un organismo que ve, siente, huele, respira y toca y que está directamente conectado a nuestro cerebro. También a lo que nos decimos a nosotros mismos cada día.

En MI PELUCA disponemos de soluciones capilares temporales y definitivas totalmente personalizadas, para ayudarte a verte bien y sentirte mejor.

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